Una parte muy importante de nuestro cuerpo son los sentidos, porque a través de ellos percibimos todo aquello que nos rodea y nos permite crear conocimiento y crecer.
Por eso hemos trabajado cada sentido con información de diferentes medios (libros, internet…), actividades de investigación y experimentos.
El tacto nos ayudó a adivinar qué estabamos tocando en la caja mágica.
También diferenciamos texturas: liso/rugoso, frio/caliente, suave/áspero, duro/blando.
Probamos diferentes sustancias y definimos su sabor: dulce, amargo, salado y ácido. Después localizamos sabores y alimentos en la lengua.
A través del ojo vemos el mundo que nos rodea pero no siempre las cosas son lo que parecen, por eso jugamos con los efectos visuales.
El sonido llega a nuestro oído a través de ondas, como las que hemos experimentado con campanas tibetanas. Además hemos jugado a sonidos a la carta.
Adivinamos con el olfato diferentes sustancias y descubrimos olores diversos.
Sabemos que el cerebro tiene mucho trabajo para recibir y organizar toda la información que llega de todos los sentidos.