El primer día de clase es muy especial, las emociones están a flor de piel y nos gusta recibir y acoger a nuestro alumnado dramatizando un cuento que les sirva de reencuentro con el colegio.

Esta mañana las caras eran de sorpresa al vernos a los profesores y profesoras pintados como conejitos y es que íbamos a representar la adaptación del cuento “Lolo, un conejo diferente” de Guido Van Genechten.

El cuento es una reflexión muy simpática sobre el respeto a las diferencias, hemos acabado bailando juntos y dando la bienvenida al nuevo curso escolar.


