Ya en la recta final de la Escuela Viajera a Extremadura. Han sido días duros e intensos. Hemos acabado con el intercambio de regalos y la fiesta de despedida. Dejaremos para otro día la descripción y las fotografías de las jornadas del jueves y del viernes. Hoy nos puede el cansancio y esa agradable sensación del trabajo bien hecho. Ójala hayamos sido capaces de crear puentes y de recoger algún fruto bajo los árboles de esta tierra extremeña. En pocas horas emprendemos el largo camino de vuelta. Esperemos que, más sabios, más honestos, más buenas personitas. Hasta pronto.
