Hubo un gran incendio. Se quemó la casa de Ramón mientras dormía.
Ramón no se enteró hasta que tragó un poco de humo y se despertó. Ramón no podía salir de su casa. Sus padres no se despertaron porque ya habían tragado demasiado humo, entonces Manolo, el abuelo de Pablo, que iba a buscar a Ramón para ir a la escuela, vio el incendio y llamó al alguacil y entonces Ramón pudo salir de su casa gracias a Manolo y los vecinos fueron a apagar el fuego. Ramón se fue corriendo para el bosque y todos los del pueblo le buscaron pero no lo encontraron y pasaron muchos años sin saber nada de él.