Pablo estaba embobado escuchando lo que el abuelo le contaba del hombre del saco.
Le dijo que se llamaba Ramón y vivía en el bosque en una casa de madera.
– “El saco lo utiliza para coger los conejos y gallinas que cría y después las lleva a venderlas al mercado que hay los jueves en el pueblo y con ese dinero compra cosas que necesita”. – le dijo el abuelo
Ramón, algunos miércoles, iba a dormir a casa del abuelo de Pablo para poder estar a primera hora en el mercado, porque su cabaña estaba muy lejos y en lo más escondido del bosque.
Eran muy amigos desde pequeños, pero se había tenido que ir a vivir al bosque por lo que le ocurrió una vez, hace muchos muchos años, en el pueblo…
JUAN, 5º