En la escuela de Sahún estamos invitando a las personas mayores de nuestras familias y de nuestro pueblo a contar los cuentos que les contaban cuando eran niños y a contarnos cosas de su infancia.
El pasado día 23 de marzo vinieron Teresa Murillo e Ismael Letosa, los abuelos de Álex, y Teresa nos contó el cuento del gallo Quirico además de muchas cosas de como vivían antes.
Si quieres escuchar el cuento del gallo Quirico como lo recordaba la abuela de Álex cliquea en este reproductor…
Cuento del gallo Quirico
Si tienes problemas para escucharlo puedes descargarte el cuento en mp3 cliqueando aquí (con el botón derecho mejor)
Y esto nos contó de su infancia…
Teresa Murillo nació el 15 de octubre de 1933 en Leciñena.
Sus padres se llamaban Antonio y Francisca.
Su infancia la paso en dos sitios en Leciñena y Ariéstolas (cerca de Monzón).
Tiene dos hermanos y una hermana.
Cuando estaba en Ariéstolas no fue al colegio.
Luego fue a Leciñena a los 11 años. Allí si que fue al colegio. Jugaban con muñecas de trapo que las hacían ellas.
En un día normal cuando estaba en Ariéstolas trabajaba ya desde niña cuidando unas ovejas.
En un fin de semana el domingo iban a misa y el sábado jugaba.
Su madre les hacía la ropa.
Solo podían viajar caminando o en tren.
Había muy poco dinero. Era muy difícil adquirir las cosas y la mayoría de veces se cambiaban.
Tenían animales, la mayoría de granja.
Había un solo teléfono para todos los del pueblo. Se comunicaban enviando cartas.
Si enfermaban tenían que usar remedios caseros.
Tenía muchos amigos.
Las comidas eran todo a base de pan.
No iban a la piscina porque no había.
En invierno se calentaban en un hogar de leña y calentaban el agua en una cacerola.
Escribían con lápiz o pluma.
Los únicos materiales que había eran madera, cristal y barro. No había cosas de plástico.
Los pañales los hacían en las casas con telas.
La hora se sabía por un torreón que había en la plaza.
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CARLA Y ÁLVARO 5º
> Visita de Teresa e Ismael, los abuelos de Álex, y cuento del gallo Quirico
¡Qué interesante todo lo que contáis sobre Teresa e Ismael!
Creo que es una idea muy buena la que habéis tenido en vuestro cole: los abuelos nos pueden contar cuentos maravillosos, como el del gallo Quirico, que a mí me encanta y que yo le cuento a mis hijos, Alfonso y María.
Y los abuelos nos pueden también contar historias fantásticas sobre su vida cuando eran niños como vosotros: qué comían, cómo eran sus coles, a qué jugaban, cómo vestían o cómo eran sus casas.
Muchas gracias por compartir la visita de Teresa e Ismael con todo el mundo a través de Internet. Ahora yo podré contárselo a mis hijos, que viven en una ciudad grande: Madrid.
Por cierto, ¿qué hubiera dicho la niña Teresa y el niño Ismael si les hubieran enseñado un ordenador o Internet cuando eran niños y vivían en el pueblo cuidando de las ovejas? ¿Qué os parece? ¿Qué cosas buenas tenemos ahora y qué cosas buenas tenían ellos?
Un beso grande a todos los niños del Colegio de Sahún.
Isabel